La belleza se apoderó de mis ojos,
ya no estoy podrida, ya no estoy perdida.
Imersa en la más extraña luz interior me encuentro,
y la felicidad envuelve mis días.
Amo la luz tanto como la oscuridad,
y sonrío.
un lugar no digo un espacio hablo de qué hablo de lo que no es hablo de lo que conozco no el tiempo sólo todos los instantes no el amor no sí no (A. Pizarnik)