Pequeño, blanco, aseado.
Sutil cuadro de bandejas elegantes y el chirrido de la puerta al abrir.
Ojos.
No estamos solos, el frío de las paredes resbala por los dedos, por la espalda.
No estamos solos, y es verdad que nos atrae la noche.
No estamos solos ya alguien se acerca y entre risas,
se escucha la puerta chirriar una vez más.
shhhh no estamos solos...