Seguro se saborea mejor con un toque de miel, pero que complicado es todo cuando el mar hace de las suyas y deja sus residuos pegados en esos lugares inhóspitos de día y tan recorridos de noche, el mar, el mar y sus alimañas, el mar y sus mejillones, el mar y esos sucios pedacitos de agua viva.
Extraño internarme en la flora, en el ecosistema del lugar, flor que no tiene fin, tallo sin pie, iodofón.
2 caidas:
ah.. y piracalamina.
No, imiquimod.
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